Elementos cognoscitivos de la entrevista
Es justamente a través de los códigos no verbales durante el desarrollo de la conversación, que la entrevista pone en juego un amplio número de procesos cognoscitivos tales como, por ejemplo, la observación, la memoria, la inferencia lógica, la
adquisición de conceptos, la categorización y el sentido de la reciprocidad. El entrevistador tiene que categorizar constantemente, revisar y evaluar lo que dice
el que responde, buscar la relación entre las respuestas que se dan al principio y
al final de la entrevista, y formular las. preguntas subsiguientes de acuerdo con
ellas.
El entrevistador,
más que saber preguntar debe saber comprender lo que dice el entrevistado.
Mediante la técnica del reflejo, considerada en psicología un nivel de percepción,
el entrevistador puede garantizar un buen nivel de retroalimentación, facilitando
el cumplimiento de varios fines:
- Ayuda a convencer al entrevistado del buen interés del entrevistador hacia sus necesidades.
- El hecho de recibir rebotado el problema o la situación origen de la entrevista, ayuda a reducir su importancia o inmediatez, racionalizando el discurso del hablante.
- Garantiza la retroalimentación del proceso comunicativo.
Dialéctica del habla. Bases psicológicas de la conversación
En la entrevista, emisor y receptor mantienen una serie de relaciones afectivas en la que ponen en juego toda una serie de diversas plusvalías simbólicas. La mayoría de la gente, como señala Goffman, desea ser percibida favorablemente por la otra persona y emite señales para que se la-aprecie. La entrevista, en este sentido, es un cambio conductual que pone en juego la apropiación personalizada del lenguaje.
Harvey Sacks
ha analizado la conversación como fenómeno vital llegando a las siguientes conclusiones, útiles sin duda para la entrevista en profundidad:
- La conversación, en principio, es una necesidad compulsiva del sujeto social.
- Su norma es que se practica en diversas condiciones y de múltiples maneras, compartiendo, no obstante, en todas las situaciones posibles, la ausencia de un objetivo o finalidad práctica. Nada más que el placer de hablar por hablar.
- En este sentido, podríamos decir que la conversación se reduce a la trivialidad. Por eso, estos intercambios verbales son justamente los intersticios en donde se conforman la identidad y la percepción social.
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